domingo, 25 de mayo de 2008

Qué



Dudar. Y después de la duda que hay? Después de la duda está el mundo, ahí, todo, todo para nosotros. Pero el mundo es inabarcable, el mundo es inconmensurablemente inmenso, aunque hoy día parezca que las distancias se acortaron demasiado. La idea del mundo supera la mayoría de las ideas, la conciencia de territorio, de aguas y principalmente de personas, puede provocar el sentimiento de sentirse hormiguita. Y el sentimiento de sentirse hormiguita es angustiante, entonces tenemos que sobresalir, tenemos que encontrar el por qué estamos acá, el para qué estamos acá, el quién nos puso acá y una serie de preguntas sin respuestas, no porque no las tengan, sino porque están mal formulados, la razón es un invento de nosotros, es una necesidad del ser humano. La razón es todo, pero la razón no es suficiente y la razón es una razón para dudar. Son preguntas que no tienen la respuesta que queremos escuchar, porque quien nos puso acá es una pregunta muy sencilla, todos nacemos del vientre de una mujer, fruto de la unión de un óvulo y de un espermatozoide, pero no somos enviados especiales de nada ni nadie. Y remontarse al surgimiento del ser humano es estudiar la evolución, es saber que no pusieron a personitas formaditas en el mundo, sino que somos el resultado de la evolución de otra especie. Y el surgimiento de la vida es una de las cuestiones que todavía se siguen estudiando, es que los principios son difíciles de conocer. El principio de la vida, el principio del ser humano, el principio de la angustia, el principio de la duda. La duda abre el mundo, porque la duda abre la puerta al conocimiento, al cuestionamiento, al razonamiento, al entendimiento y una vez más a la duda. La duda es el motor fundamental, que puede sonar contradictorio, como adquirir un conocimiento dudando?, Y así es, el conocimiento se obtiene dudando. Entender que todo conocimiento puede adquirirse, que no existen las fuerzas incomprensibles y desconocidas, que no podamos explicar un hecho no quiere decir que no tenga una explicación sin involucrar lo sobrenatural. Es que los límites de lo natural se van ampliando a medida que se va ampliando el conocimiento, entonces a medida que se van ampliando las dudas. Duden, duden, cuestionen, pregunten, y vuelvan a dudar. Aceptamos, pero también dudamos, aceptemos las dudas, las respuestas y nuevamente las dudas. Y tratamos de angustiarnos lo menos posible con la idea de la duda permanente.
Dudar de la duda
Aceptar lo inaceptable
Negar lo innegable
Comprender lo incomprensible
Aprender lo inaprensible
Posibilitar lo imposible
Tolerar lo intolerable
Todos encontramos ejemplos propios para cada una de esas frases. El punto está en preguntarse y repreguntarse esa contradicción que es tan parte de nosotros, de las personas.

domingo, 11 de mayo de 2008




Me preguntó si todos, en realidad, no son fantasmas. Si todo, en realidad, no es escenario. Si lo único real, en realidad, no es real. Si mi realidad es distinta de tu realidad, entonces qué realidad vale más. La mía, sí, sí, la mía. No, la tuya. Si, la tuya, si vos sos más importante, más inteligente, lograste más cosas, tenés una posición en este mundo que vale y una apariencia en este mundo que vale. Entonces tu realidad es la que vale, y tiene que ser realidad para mí. Pero no es así, disculpame pero yo no puedo ver el mundo como lo ves vos, disculpame pero yo no puedo sentir como sentís vos, disculpame pero yo no puedo opinar como opinás vos, disculpame pero yo no puedo ser vos. Entonces para mi solo mi realidad vale, miro el mundo con mis ojos y nada más vale, me encierro en mi modo de observar e interpretar y nada más vale. Y si en realidad la realidad puede ser múltiple. Y si en realidad la realidad existe, pero no es única, es una, dos, tres, una mezcla de las primeras dos, un cuarto de la primera y tres cuartos de la tercera y así infinitas mezclas e infinitas realidades que siempre se unen y siempre se despegan. Que son pura contradicción o no, pero que al fin y al cabo son. Y si puedo entender que no solo vale mi realidad, y tengo en cuenta que existen otros, con realidades distintas, y que a veces tengo que intentar mirar el mundo como lo miran ellos, para aunque sea entenderlos un poquito más. Tengo mi realidad pero a veces tengo que meterme en la realidad de los demás, y si ese a veces es más seguido, mejor. Pero nunca me olvido que yo soy mi realidad metiéndome en la realidad de otros. Que complicado esto de ver qué es en realidad la realidad. Y si me pongo a hablar de que la realidad además de ser infinita muta constantemente, que ni siquiera mi realidad es única, porque tengo una hoy, y otra dentro de 15 minutos, más complicado todavía... Y una pregunta para desarrollar en otra charla de café, la realidad nace y muere con cada uno de nosotros? O tal vez ya la respondimos en esta.


Mozo, la cuenta por favor.