jueves, 4 de diciembre de 2008

Dame la mano. Probando

Se pasan un vaso. En realidad él le pasa un vaso, y con el movimiento le roza con su mano un dedo. El dedo de ella recibe el roce, lo acepta y hasta lo disfruta, y él se da cuenta y entonces vuelve a rozar el dedo, esta vez sí, premeditadamente. Y mientras sus manos se encuentran ellos no se miran, hablan con otras personas o hablan entre ellos pero de cosas sin importancias, no coquetean con las palabras, pero sus manos si coquetean, permanentemente, se unen y se separan, y ya no es un dedo, ahora se agarran las manos enteras, y se acarician mutuamente, sin hablar de eso, sin decir nada, solo se comunican con el tacto y siguen conversando con otras personas sobre literatura y poetas chilenos y españoles. No conocen sus nombres, no se conocen ellos, pero sus manos se conocen, se disfrutan, se encuentran, sus dedos se entrecruzan con toda la confianza y desfachatez posible. Solo ellos se dan cuenta, viven dos realidades al mismo tiempo, el ambiente social en el que están, con amigos, conocidos y desconocidos por conocer, y esa unión tan difícil de explicar, tan llamativa como natural. No necesitan palabras y entonces es todo tan fácil, físicamente sus manos se aceptaron y entonces es todo tan fácil, no conocen sus deseos ni sus miedos y entonces es todo tan fácil, no necesitan saber lo mediocres que son y entonces es todo tan fácil. Por momentos sus manos se aprietan y eso es porque necesitan saber que el otro está ahí, esperando, compartiendo o simplemente acompañando. Después se aflojan y apenas se tocan y se causan cosquillas, que logran erizar el cuerpo entero y causan esa electricidad que solo es posible detectar en el otro cuando el entendimiento físico es absoluto y el entendimiento físico entre ellos es absoluto. Todo su cuerpo se entiende por el solo contacto de las manos, todo el cuerpo menos los ojos, porque sus ojos nunca se cruzan, sus ojos se escapan, se esquivan. Pero sus manos están tan cómodas la una con la otra, como si se conocieran de años. La piel de él se lleva tan bien con la de ella. A ella le gusta tanto tocar la piel de él. La noche está terminando y las manos reconocen eso, se tienen que empezar a separar, pero qué difícil, se despiden, pero qué difícil. Primero con caricias suaves y poco a poco se tocan con más violencia , más violencia, más violencia, hasta que se lastiman, mucho, muy fuerte y se separan. Para siempre.

viernes, 29 de agosto de 2008

Algo para contar...algo inventado...algo real

Dónde estoy? Definitivamente esta no es mi casa. Cómo llegué acá? Es un ambiente living cocina muy grande, blanco, lindo, hay una lámpara muy rara, muy linda, hay otras cosas lindas, hay una persona. Quién es? Lo conozco? Él me habla como si me conociera y a mí también me parece conocerlo hasta me parece que me gusta un poco. Y yo le gusto? No sé, me parece que un poco sí, me habla como si tuviéramos confianza, si, si, y me da confianza, hasta creo que confío un poco, me resulta alguien familiar, pero quién es? Ahora que miro un poco más veo que el piso está sucio, está pegoteado, él me dice algo de una reunión que hizo ayer en su casa con amigos, 3 amigos creo, 2 amigos y su compañera de departamento. Quiénes son, los conozco a ellos? Aunque él me resulta muy familiar, como una persona cotidiana, no me animo a decírselo, no me animo a preguntarle, no sé, pero no me animo, por algo confío, pero por algo también desconfío. Habla un español raro, usa palabras mexicanas y tiene un acento raro. De dónde es? Cómo lo conozco?
De un cuarto sale una voz, es una chica, no habla español, pide café, habla en francés, él le responde en francés y yo entiendo el francés, pero no puedo hablarlo, las palabras llegan a la punta de mi lengua y se vuelven a guardar. Miro más atentamente el lugar y hay libros en francés, productos franceses y me empiezo a dar cuenta que no estoy en Argentina, que estoy en Francia. Pero qué hago en Francia, lo vine a ver a él? Tengo algo que decirle? Tengo algo que pedirle? En un momento él me va a preguntar si estoy ahí por él o por París, y yo me pondré toda colorada por dentro, un escalofrío me va a recorrer el cuerpo y rápido, muy rápido voy a decir que estoy por París, por París, es que no me animo, no me sale, no puedo decir que estoy por París pero también estoy por él, que estoy para estar con él en París, que leí un libro dónde me describían las calles de París, los puentes de París, los cafés de París y que una vez yo me imaginé todo eso paseando con él. Pero de dónde lo conozco? Y por qué quiero estar con él? Sé muy bien porque estoy en París, aunque no recuerdo cómo llegué, toda la vida quise visitar París, pero por qué estar con él? Pero esa pregunta viene más tarde. Ahora salimos los tres, la chica, él y yo, parece que vamos a encontrarnos con otras personas, tal vez conozca a alguna y pueda ayudarme a entender, salgo a la calle y sí, estoy en Francia, estoy en París y la felicidad invade mi cuerpo, y no puedo creerlo, estoy en París, tanto quise ir, y ahora estoy y estoy con él que me parece simpático y tan familiar, aunque después lo voy a negar y voy a decir que me resulta extraño verlo, es que lo hago para cuidarme, lo hago inconscientemente, miento sin darme cuenta, es que me tengo que cuidar, pero no se de qué. Caminamos por la calle y parece que llovió hace poco, la vereda está un poco mojada, pero el sol se está asomando y la va a secar. Y de pronto él desaparece , y vuelve a aparecer comiendo una pera y yo me río. Nos tomamos un colectivo parisino, los colectivos parisinos hablan, y yo por dentro me río, y miro todo a mí alrededor, la gente, los lugares por donde pasa el colectivo y sigo atontada e impresionada de estar en la ciudad más linda de todas. Él y la chica tienen una pequeña discusión en broma sobre el colectivo, porque era mejor tomar el metro, que tardamos menos, que caminamos menos, que convenía más. Ella no parece conocerme, no me conoce y yo tampoco la conozco a ella, pero es muy amable, no habla español, así que no hablamos mucho. Y llagamos a un lugar, una placita, un boulevard, y esperamos, porque parece que la gente está retrasada, que tienen que visitar a la mamá de uno de ellos. Caminamos un poco y saludamos a una personas, son la mamá, el hijo, la hija y la novia del hijo. La mamá y la hija no van a venir con nosotros, pero el hijo y su novia sí, parece que son las personas que esperábamos. Al hijo no lo conozco, pero un poco si, nunca lo había visto en mi vida, de eso estoy segura, pero tal vez alguna vez hablé con él, no puedo acordarme, aunque no tenemos mucha confianza en ese momento, alguna vez hablé y alguna vez le conté al hijo algo sobre mí, sí, sí, no lo conozco, pero un poco lo conozco al hijo. El hijo viene con una bolsa que le dio la mamá, con shampoo y jabón y yo pienso que regalos raros se dan las familias en París. Nos sentamos en un bar los 5, los bares de París son como los de Buenos Aires, no dejan fumar en su interior, así que se van a turnar para salir a fumar, pero yo no salgo, yo sigo mirando todo, ahora miro el bar, que tiene unas paredes altísimas y atrás de la barra hay muchos estantes con muchas cosas, me gusta ese bar, tiene un calor marrón y aire de antigüedad que me gustan.
La novia la verdad que me cae muy bien, no habla mucho español, pero lo intenta y aunque el hijo se burle, a ella no le importa, y me cuenta que canta, que antes cantaba tango, que se imagina los lugares de tango en Argentina como lugares oscuros, sensuales, íntimos y yo le digo que depende el lugar que no todas las milongas son así pero que algunas sí, es cuestión de ir y conocer. Salimos de ese lugar y yo todavía estoy tan sorprendida de estar en París que dejo de ocuparme de las personas con las que estoy, sigo un camino que para mi no tiene sentido, no tengo noción de dónde estoy parada, para que lado está la torre eiffeil, para qué lado está la casa de él, de dónde nos bajamos del colectivo, estoy totalmente desorientada y no puedo dejar de mirar todo a mi alrededor. Subimos por una calle con una pendiente bastante pronunciada y con mucha gente y todos hablan francés y yo me río por dentro porque ahora si que no entiendo nada. Entramos a un negocio de cerveza y me dicen que compre lo que yo quiera, el negocio es chico, pegado a cada pared tiene un mueble de estantes bastante alto de metal, lleno de cervezas, parece que son cervezas importadas de Bélgica o de algún lugar de por ahí, no me interesa mucho y no sé cuál elegir, hay muchas muchas clases y para mi es lo mismo, y las botellas son chiquitas, como individuales, hay pocas botellas grandes, agarro una y me dicen que tengo que agarrar otra y todos salen y yo me quedo y tengo que pagar y no tengo cartera, la dejé en la casa de él, de la impresión me la olvidé, y meto la mano en el bolsillo y tengo plata, de dónde salió? Y pago, pero me cuesta porque no entiendo bien lo que me dice el vendedor, pero al final nos entendemos, en cuestiones de dinero la gente siempre se sabe explicar y salgo y seguimos subiendo por la misma calle. Ahora sí les presto atención a ellos, o a él, porque de repente alguien me está llevando de la mano, me agarró la mano, con fuerza, como acompañándome, como guiándome, yo lo sigo y dejo que me agarre la mano, me gusta que me agarre así la mano. Escucho que estamos yendo a la casa del hijo a ver el atardecer desde su ventana, que tiene una vista muy linda de París, pero no saben si vamos a poder ver la caída del sol porque se volvió a nublar, París se nubla y se despeja todo el tiempo, muchas veces en un mismo día, una pequeña lluvia y sale el sol y vuelven las nubes y el sol las vuelve a empujar y así todo el tiempo, pero eso solo lo averiguaré con el transcurrir de los días. Llegamos a la casa, vive en un edificio alto, y es raro porque no había visto muchos edificios altos hasta ese momento, el hijo vive en el piso 13, subimos y es verdad tiene una vista increíble de París, se ve todo, todo, todo y es fantástico, pero está nublado, así que no podemos ver la caída de sol y él me sigue dando la mano, y me agarra el brazo y me toca una pierna, yo estoy un poco asustada, no sé bien por qué pero también estoy un poco contenta, y ya me quiero ir de ahí, me quiero ir con él y caminar por la noche de París y jugar a los encuentros y desencuentros como pasaba en mi libro de historias en París. Pero no nos vamos, abren una cerveza y otra y otra y comparten el polvo mágico, nadie dice que no al polvo mágico excepto yo, y digo que no, no sé bien por qué porque no quiero?, Porque me da miedo? O solamente porque no, pero con el polvo mágico la reunión, la fiesta, el encuentro o lo que sea nunca se termina, y va a ser tarde cuando me dé cuenta de eso. Y empieza a llegar gente y yo hago un esfuerzo para entender lo que dicen, lo que hablan, hasta que me canso y no lo hago más, y me quedo mirando la ventana y en un momento él va a empezar a hablar de mí y yo le voy a decir que esa no soy yo, que se está confundiendo con otra persona, hasta que me doy cuenta que si soy yo, que lo que dice si es algo sobre mi, y me voy a preguntar cómo lo sabe, y otra vez lo mismo de dónde lo conozco? Qué hago con él acá? Por qué él parece conocerme tanto sin conocerme? Pero hay mucha gente y no me animo a preguntarle. Proponen ir a comer a un restaurant que dicen que es muy lindo y caro, yo tengo poca plata en el bolsillo, pero pienso que me va a alcanzar, pero no tengo para prestarle a él, nos vamos a arreglar, yo no voy a tomar más vino ni cerveza. Salimos a la calle otra vez, ahora somos más, se sumaron dos vecinas del hijo. En el restaurant van a venir dos chicos más, yo hablo un poco pero no mucho, es que ya estoy cansada, con frío, con los pantalones y las zapatillas húmedos por la lluvia que viene y va, y salgo sola a fumar un cigarrillo y creo que nadie se da cuenta que me fui de la mesa. Levanto la cabeza y una luna redonda gigante hermosa me mira, y yo la miro y me emociono, porque la luna me emociona, se me llenan los ojos de lágrimas de estar en París mirando esa luna tan increíble, inmensa, brillante. Vuelvo a entrar al restaurant y él se sentó al lado de una de las vecinas, de la vecina rubia, y le dice cosas como te amo, estoy enamorado de vos y yo lo miro sorprendida, hasta un poco enojada, pero de qué me sorprendo? Por qué me enojo? Qué me una a él para que sienta eso? No encuentro una respuesta, así que me digo que esos sentimientos no son válidos, que no tengo que meterme en lo que hace o deja de hacer y me pongo a pensar que mañana si me despierto en París quiero visitar tantos lugares, quiero caminar por toda la ciudad, y si no es con él no importa. Nos vamos del restaurant a otro bar, tienen el polvo mágico encima así que la noche nunca termina, y yo ya me siento incómoda, me quiero ir, quiero estar un poco sola, mirando la luna, aunque en realidad quiero estar con él, pero él ahora está con la vecina morocha. La vecina morocha es una mujer muy rara, no habla español, pero en el camino hablamos en francés, me costó mucho entenderla, hasta que comprendí que me contaba que ella estaba loca, que tiene varias personalidades, que no tenía límites, y yo decía aja, aja y por dentro aplicaba mi propia filosofía contestando que límites tenemos todos, que vivimos en sociedad, que las normas existen para establecer un orden y ese orden no se rompe fácilmente y menos por la acción de una persona, pero puede ser que este un poco loca porque no entiendo porque me dice todo esto a mi, eso pensaba yo por adentro hasta que al final me cuenta que trabaja en la bolsa, y hay mucha presión en su trabajo y que todos los días hay gente que termina llorando y que ella se ríe de esos que lloran, entonces ahí yo pienso que no sé si está loca pero que es un poco perversa y ya me dejar de interesar hablar con ella. Pero ahora él está con ella y se van y vuelven y nos vamos todos a la casa del hijo otra vez. El hijo también coquetea con la vecina rubia y a mí me parece que la novia se da cuenta y está un poco molesta, no sé mucho francés pero estas cosas son universales. En la casa del hijo otra vez van a sacar el polvo blanco y eso quiere decir que no nos vamos. Miro la ventana y ahí está la ciudad de París de noche, llena de luces, veo la torre tan famosa y pregunto porque tiene esa luz giratoria en la punta y él y el hijo se van a burlar diciendo que es su faro, que del otro lado está el mar, y arriba de las luces de la ciudad voy a ver esa pelota plateada tan perfecta y me vuelvo a emocionar y quiero mostrársela a él y quiero decirle algo, porque hay algo con él y la luna, la luna llena me hace acordar a él, y él me hace acordar a la luna llena, nos habremos conocido en luna llena? Por qué nos une la luna llena? Y cuando me doy vuelta para preguntarle, esta vez si me voy a animar, veo que está ocupado con la vecina morocha, la está acariciando y veo que su boca se va a juntar con la boca de ella y me quedo helada y me pongo colorada y me quiero ir, la incomodidad es absoluta y después del beso van discutir sobre dinero para compra más polvo blanco, y yo me enojo y digo que basta, que no se dan cuenta de la luna increíble que está enfrente de ellos, que ese contraste entre lo lindo de la noche y esa vista magnífica con lo horrible de una discusión de plata por más polvo blanco es asqueroso, y que no se pelean más. Ya estoy muy cansada, me quiero ir, pero me tengo que ir con él, pero me empiezo a enojar con él por toda la situación, la novia ya se fue un poco enojada con el hijo, la vecina rubia ya se fue, los dos chicos del restaurant ya se fueron, me ofrecieron llevarme a la casa de él, pero él dice que no, que un rato más, que no tiene otra llave para mi, y ella, la compañera de departamento de él, también se quiere quedar, parece que empieza a coquetear con el hijo, porque le habla a él de una forma especial, le habla lento, le habla mirándolo a los ojos de una manera especial, no sé si el hijo se da cuenta, pero yo me doy cuenta de todas esas cosas. Ya es de día y la noche sigue, entonces me animo a decirle que me quiero ir, que estoy cansada, que quiero dormir, si, si, un ratito más, quiere subir a escuchar música a lo de la vecina morocha y yo me atrevo a decirle que no, que yo no quiero ir. Y un rato después nos vamos.

miércoles, 4 de junio de 2008


Se despertó cuando se cayó
Se dio cuenta cuando ya era tarde
Odió después de haber amado
Se avergonzó después de haber querido
Quiso, amó, y después se avergonzó y odió
Rechazó cuando ya había aceptado
Se enojó cuando ya había reído
Siempre tarde, por un segundo, por una hora, por un día, por un año, no importa. Siempre tarde. Siempre arrepentido de todo lo que no hiciste y de todo lo que hiciste.
Pero si un segundo antes te hubieron advertido? Hubieras actuado diferente? Cambiarías las cosas? Tal vez si... pero tal vez no...

Tengo un control remoto. Subo un canal y el día se pone naranja, bajo un canal y el día se pone azul. Si subo el volumen me pasa un colectivo por al lado, si subo el brillo la gente de la calle está vestida con ropa de lentejuelas. Cuando aprieto el 13 siempre ocurre alguna catástrofe natural. Si pongo mute, silencio total, una troupe de mimos me rodea y empieza a jugar. Cuando el volumen está en máximo me traslado a la salida de un colegio muy concurrido, sobre una avenida muy concurrida. Cada canal también expresa la temperatura, en invierno prefiero ponerme entre los canales 1 y 10, aunque a veces exagero y me voy a los negativos, porque mi control remoto también tiene negativos! En verano prefiero los canales del 30 para arriba, alguna película, alguna serie. En otoño y primavera me inclino por deportes y dibujitos.
Quiero hacer la denuncia, alguien me robó mi control remoto y no sabe como funciona, así que tengan cuidado, cualquier cosa puede pasar, y si lo encuentran tirado al lado de un árbol o en un tacho de basura, devuélvanlo, porque tal vez se me cayó.

domingo, 25 de mayo de 2008

Qué



Dudar. Y después de la duda que hay? Después de la duda está el mundo, ahí, todo, todo para nosotros. Pero el mundo es inabarcable, el mundo es inconmensurablemente inmenso, aunque hoy día parezca que las distancias se acortaron demasiado. La idea del mundo supera la mayoría de las ideas, la conciencia de territorio, de aguas y principalmente de personas, puede provocar el sentimiento de sentirse hormiguita. Y el sentimiento de sentirse hormiguita es angustiante, entonces tenemos que sobresalir, tenemos que encontrar el por qué estamos acá, el para qué estamos acá, el quién nos puso acá y una serie de preguntas sin respuestas, no porque no las tengan, sino porque están mal formulados, la razón es un invento de nosotros, es una necesidad del ser humano. La razón es todo, pero la razón no es suficiente y la razón es una razón para dudar. Son preguntas que no tienen la respuesta que queremos escuchar, porque quien nos puso acá es una pregunta muy sencilla, todos nacemos del vientre de una mujer, fruto de la unión de un óvulo y de un espermatozoide, pero no somos enviados especiales de nada ni nadie. Y remontarse al surgimiento del ser humano es estudiar la evolución, es saber que no pusieron a personitas formaditas en el mundo, sino que somos el resultado de la evolución de otra especie. Y el surgimiento de la vida es una de las cuestiones que todavía se siguen estudiando, es que los principios son difíciles de conocer. El principio de la vida, el principio del ser humano, el principio de la angustia, el principio de la duda. La duda abre el mundo, porque la duda abre la puerta al conocimiento, al cuestionamiento, al razonamiento, al entendimiento y una vez más a la duda. La duda es el motor fundamental, que puede sonar contradictorio, como adquirir un conocimiento dudando?, Y así es, el conocimiento se obtiene dudando. Entender que todo conocimiento puede adquirirse, que no existen las fuerzas incomprensibles y desconocidas, que no podamos explicar un hecho no quiere decir que no tenga una explicación sin involucrar lo sobrenatural. Es que los límites de lo natural se van ampliando a medida que se va ampliando el conocimiento, entonces a medida que se van ampliando las dudas. Duden, duden, cuestionen, pregunten, y vuelvan a dudar. Aceptamos, pero también dudamos, aceptemos las dudas, las respuestas y nuevamente las dudas. Y tratamos de angustiarnos lo menos posible con la idea de la duda permanente.
Dudar de la duda
Aceptar lo inaceptable
Negar lo innegable
Comprender lo incomprensible
Aprender lo inaprensible
Posibilitar lo imposible
Tolerar lo intolerable
Todos encontramos ejemplos propios para cada una de esas frases. El punto está en preguntarse y repreguntarse esa contradicción que es tan parte de nosotros, de las personas.

domingo, 11 de mayo de 2008




Me preguntó si todos, en realidad, no son fantasmas. Si todo, en realidad, no es escenario. Si lo único real, en realidad, no es real. Si mi realidad es distinta de tu realidad, entonces qué realidad vale más. La mía, sí, sí, la mía. No, la tuya. Si, la tuya, si vos sos más importante, más inteligente, lograste más cosas, tenés una posición en este mundo que vale y una apariencia en este mundo que vale. Entonces tu realidad es la que vale, y tiene que ser realidad para mí. Pero no es así, disculpame pero yo no puedo ver el mundo como lo ves vos, disculpame pero yo no puedo sentir como sentís vos, disculpame pero yo no puedo opinar como opinás vos, disculpame pero yo no puedo ser vos. Entonces para mi solo mi realidad vale, miro el mundo con mis ojos y nada más vale, me encierro en mi modo de observar e interpretar y nada más vale. Y si en realidad la realidad puede ser múltiple. Y si en realidad la realidad existe, pero no es única, es una, dos, tres, una mezcla de las primeras dos, un cuarto de la primera y tres cuartos de la tercera y así infinitas mezclas e infinitas realidades que siempre se unen y siempre se despegan. Que son pura contradicción o no, pero que al fin y al cabo son. Y si puedo entender que no solo vale mi realidad, y tengo en cuenta que existen otros, con realidades distintas, y que a veces tengo que intentar mirar el mundo como lo miran ellos, para aunque sea entenderlos un poquito más. Tengo mi realidad pero a veces tengo que meterme en la realidad de los demás, y si ese a veces es más seguido, mejor. Pero nunca me olvido que yo soy mi realidad metiéndome en la realidad de otros. Que complicado esto de ver qué es en realidad la realidad. Y si me pongo a hablar de que la realidad además de ser infinita muta constantemente, que ni siquiera mi realidad es única, porque tengo una hoy, y otra dentro de 15 minutos, más complicado todavía... Y una pregunta para desarrollar en otra charla de café, la realidad nace y muere con cada uno de nosotros? O tal vez ya la respondimos en esta.


Mozo, la cuenta por favor.

martes, 29 de abril de 2008


Tu reflejo es mi reflejo. Me reflejo en tu reflejo. Reflejate en el mío. Reflejémonos en otros reflejos. Somos todos reflejados. Reflejos de reflejos. Nada es cierto, nada verdadero, todo reflejo. El reflejo es verdadero, pero es reflejo verdadero, sólo eso, sólo reflejo. ¿Dónde está lo que se refleja? ¿Dónde están los que se reflejan? Ya no están, ya no existen, ya no importan. Porque me importa más reflejarme en otros que ser. Porque me importa más el reflejo que el reflejado, que soy yo. ¿Y al final qué soy? ¿Un reflejo? ¿Un reflejado? Ahora no lo sé, pero espero un día averiguarlo.

miércoles, 16 de abril de 2008



Me desperté. Siento que dormí muchas horas, días, semanas tal vez. Y estoy cansado igual y no siento mucho el cuerpo y estoy flotando y me voy a nadar. En el agua soy libre, soy liviano, soy poderoso y débil y estoy tranquilo. Pero tengo hambre y no sé cuánto falta para la hora de comer. Quiero comer y nadar y flotar y nada más. Ahí llega la comida, no puedo distinguir bien el gusto, pero me gusta, tiene un gusto que me gusta, que suerte que hoy hicieron algo que me gusta, porque hay días en que no tolero la comida, pero no sé como decirles que no me den nunca más eso, pataleo, me quejo, no se si me entenderán. Hoy se me ocurrió que un día voy a salir a conocer otros lugares, que es inevitable, que es una regla, que es lo que tiene que pasar. Lo desconoido me llama, pero a veces me da miedo. Y el miedo hace que vuelva a dormir, que vuelva a nadar, pero un día me voy a animar, y voy a salir, y voy a gritar y voy a abrir bien grandes los ojos para mirar todo lo que nunca vi. Cómo será eso que nunca vi? No sé, pero me imagino que es lindo. Y voy a conocer a otros y me voy a dejar conocer, y voy a compartir, abriendo siempre bien grandes los ojos, para no perderme de nada. Y me voy a reir y voy a llorar y voy a gritar bien fuerte. Y voy a sentir y voy a buscar y voy a soñar. Voy a hacer todo como ahora. Voy a hacer todo como ahora, pero distinto que ahora, porque no lo voy a hacer más solo, lo voy a hacer con los demás. Y eso es lo que me da más miedo. Me está agarrando el miedo. Me están agarrando las ganas de salir. Quiero salir. Si, quiero salir. Voy a salir. y salgo... con los demás.

Felicitaciones señora, es un varón.

lunes, 14 de abril de 2008

Viaje por ahí

Estuve por ahí y saqué algunas fotos de por ahí, si quieren verlas pasen por ahí
www.flickr.com/tatianakaler

viernes, 4 de abril de 2008

    
Atrapado, encerrado, solo, ansioso, mi cabeza no deja de construir millones de pensamientos que se superponen, se cruzan, se pisan, se tapan, y al final, no sirven para nada. Mi cuerpo no me responde, no sé a quien le responde, porque se mueve de un lado a otro, me paro, me siento, me acuesto y me vuelvo a parar, pero no sé por qué.
Necesito, necesito, necesito, te necesito.  Vos que no sos una persona, yo te doy el don de persona. Por vos me alejo y me acerco a la gente, ¿no te equivocás a veces?Pero confío en vos y no me importa nada más. No me importa lo que pienen los demás, ni siquiera me importa lo que pienso yo. Porque creo que ya no pienso o pienso mucho, porque cuando te tengo no importa nada y cuando no te tengo lo único que importa es tenerte. Nadie confía en mi, ¿qué importa? si no me doy cuenta. Miento, miento, miento, te miento, me miento y todos me mienten. Sin vos me muero, con vos me muero, me quiero morir. ¿Me ayudás?

martes, 12 de febrero de 2008

jueves, 7 de febrero de 2008


Es verdad, no me mires así. Sí, te digo que es así. Hay gente que extraña lo que nunca tuvo, lo que nunca le pasó, lo que nunca vivió. Y yo que sé cómo hacen. Extrañan y punto. Es mucho más común de lo que vos pensás. Hay gente con una imaginación tan grande que hasta puede confundir realidad con "producto de la imaginación". Y después extrañar esa fantasía no real y no conformarse con imaginarla otra vez, quieren vivirla. Hay gente rara la verdad. Y llegan a tal punto que pueden identificarse con una canción, pero no por algo real, sino por algo que se imaginaron. O con un libro lo mismo, ni te digo con una película. Que te parecen patéticos, ¿te dan lástima? A mi no, me parecen humanos, humanos que carecen de...

domingo, 6 de enero de 2008

Un viejo conocido : Señoras y señores.

                                                                
Señora y señores, buena noches…Como todos sabemos hoy nos vemos obligados a formar esta asamblea para que de una vez por todas y para siempre la justicia se ponga de nuestra parte, de la parte de los ciudadanos que piden por una ciudad segura.
Solo con la colaboración de todos y cada uno de ustedes podremos lograr que se termine con la impunidad de esos asesinos que salen a la calle con sus armas mortales los días en que el cielo se nubla y la lluvia NOS moja a nosotros, los peatones que andamos por las calles.
Es indignante que estas armas asesinas se consigan por todos lados, que no haya una ley que regule su uso y su venta. Cuantas victimas mas se tiene que cobrar esta actividad para que alguien haga algo? Bueno, si nadie hace nada vamos a ser nosotros los que hagamos, es necesario que unamos fuerzas y todos juntos gritemos NO A LA UTLIZACION DE PARAGUAS!!!!
Como es posible que se permita en las calles del microcentro que la gente porte paraguas, cuando la vereda tiene un ancho de solamente 30 cm y encima y para colmo se encuentran allí paradas de colectivos donde la gente forma filas, reduciendo el ancho de la verdad a la mitad. En esos 15 cm tiene que caminar gente que va y que viene, y cuando alguno de ellos posee un paraguas abierto con las puntitas de metal el asesinato es inminente. Porque estos asesinos no tienen en cuanta nada, no les importa nadie, nunca levantan su paraguas para pasarlo por arriba de la cabeza del que viene por la dirección contraria y mucho menos lo mandan a arreglar cuando alguno de los fierros quedo expuesto y el arma se vuelve mucho más peligrosa todavía
Es una vergüenza lo que pasó en la calle Maipú por ejemplo, donde el mes pasado tres personas perdieron un ojo y un pobre hombre que ya bastante tiene con su calvicie recibió un paraguazo que le provocó una herida profunda en su cabeza.
Ahora voy a invitar a Marta, una ciudadana como usted y como yo que fue victima de la inseguridad, pobrecita Marta está un poco asustada por lo que pasó, apoyémosla con un aplauso, dale martita contanos que te pasó.
_Hola, yo soy Martita, yo…( mirando a la oradora) me parece que no puedo hacer esto
_ Si si Marta, vos podes, la gente te quiere escuchar, hablales contales lo que te hicieron a vos… ( a la gente) Escuchemos a Martita…
_Bueno yo soy Martita, vivo( mirando a la oradora) no hace falta que diga mi dirección no? Porque qué sabemos si se encuentra una violador en la sala, al final uno vendría para luchar con la inseguridad y la terminaría metiendo en su casa, no la digo no?
_ (desconcertada) no, no la diga si no quiere, diga la calle nada mas
_Le parece que diga la calle? Porque tal vez el violador iría todos los días por esa calle y me buscaría para averiguar a que casa entro y un día en el que vengo distraída del trabajo me puede dar u golpe en la cabeza y se mete a mi casa y vaya uno a saber las cosas que me puede hacer.
_ (mas desconcertada todavía)Bueno no la diga, diga el barrio nada mas
_El barrio? Pero…
_ Pero qué? Si usted dice el barrio nadie la va a buscar, el barrio más chiquito de esta ciudad tendrá mínimo 30 manzanas, es imposible que un violador averigüe su dirección y se meta en su casa a hacerle no sé que cosa que usted esta pensando… que la agarre con fuerza de la cintura y la empiece a tocar y usted diga que no cuando quiere decir si, si, sii
_eh? No, no, es que el barrio no lo sé, es que sabe, me mudé hace poco y yo tengo un problemita con la memoria y algunas cosas no retengo bien.
_Bueno usemos para este ejemplo mi calle vivo en Medrano 3241 5° “B”
_Shhhh, SHHH, solo el barrio me tenía que decir
_ALMAGRO martita, puede empezar a contarnos su historia por favor.
_ Si, como no, para eso vine no?, bueno yo soy Martita, ya lo dije eso no? Bueno lo digo de nuevo, yo soy Martita, vivo en Almagro y el mes pasado fui víctima de un ataque con paraguas. Yo estaba volviendo del supermercado cuando justo en la puerta de mi casa que queda en la calle esmeralda ( se tapa la boca, mira a la oradora, se asusta, pero al final termina sonriendo),uy lo dije al final, bueno estaba por abrir la puerta con las llaves cuando un persona muy bajita con un arma gigante se acercaba hacia mi, yo no me moví porque lo más lógico es que la bajita me esquive, pero cada vez se venia más encima mio y no miraba si había alguien adelante de ella, y yo no la podía esquivar porque tenía muchas bolsas, justo había hecho la compra de los 15 días, porque yo cada 15 días voy al súper saben, en esas compras grandes traigo la cosas de limpieza, detergente, lavandina, desinfectante, también traigo las cosas para el baño, papel higiénico, shampoo, pasta de dientes, desodorante…
_ NO nos importa lo que compra Martita, jaca estamos para escuchar como la atacaron con un paraguas,a usted una chica, una chica indefensa, una ciudadana noble como todos ustedes que en cualquier momento pueden recibir un ataque como le sucedió a Martita, y tal vez nunca más puedan recuperarse, por eso tenemos que hacer algo, terminar con los paraguas es algo necesario y urgente.
_Bueno como estaba diciendo la bajita no me esquivaba y yo tampoco por lo que les acabo de decir que la señora no me dejó terminar, y la verdad me está tratando un poco mal…si, usted, porque yo accedí a venir amablemente, le hice el favor que usted me pidió y ahora usted no me deja contar la historia que me inventé para decir, porque me costó mucho la verdad, usted solo me dijo que diga que una vieja me pegó con un paraguas en la cabeza lo que me provocó un desmayo, pero a mi me pareció que si decía que venía de un súper y otras cosas que no me dejó terminar de decir sería mas creíble…
_Qué?, qué dice Martita? Usted está loca? Si yo a usted no la conocía?
_Como que no me conocía? Usted también tiene esos problemas de memoria que a veces me pasa a mi?, le recuerdo que yo soy cuñada de su hermana, yo soy la hermana de Carlos su cuñado, como no se da cuenta, todos dicen que nos parecemos mucho….
_Qué hermana, ni qué cuñado? Yo no tengo hermana ni cuñado
_Cómo reniega así de su familia? Que sinvergüenza, la familia, es la familia y hay que aceptarla, pero si usted me pidió en lo de su hermana que yo la ayude con esto, me dijo que le habían pagado bastante bien de una fábrica de capuchas para la lluvia para que usted arme un acto contra los paraguas y así abrir el mercado para este nuevo producto, yo no entiendo mucho de negocios, pero me pareció que era una buena idea, y le agradezco tanto que me haya dado una mano, porque la verdad hace dos meses que no conseguía ningún trabajo
_Damos por finalizado el acto, les pido disculpas, debe haber una confusión en todo esto que nosotros les aclararemos a la brevedad, buenas noche
(la agarra a Marta para llevársela, pero le cuesta Marta sigue diciendo “pero porque no me dejas que termine de decir la historia, de verdad que creo que puede llegar a funcionar, hasta pensaba decir no sería mejor usar capuchas en vez de paraguas asesinos”)
FIN