domingo, 30 de diciembre de 2007

Probando. Señales 1 (verde que te quiero verde)


Soy el detective de mi vida, porque a mi no me engañan, algo, alguien, no sé bien qué, me está mandando señales. Y yo las tengo que descubrir, unir, interpretar. ¿Qué me querrán decir? Revelar el sentido de mi vida? ¿O tal vez mi vocación? No, pero si eso ya lo descubrí... creo. Entonces... será que tengo que salvar el mundo... ay que miedo, soy muy insignificante para salvar el mundo. No, por favor, no me muestres las señales a mí, mostráselas a otro. No sé, a otro, a alguien más inteligente, mejor que yo, a un ingeniero, a un científico, un filósofo, a un músico... A mi no. Es que si voy caminando por la calle Corrientes pensando en el color verde y justo cuando llego a la esquina de Callao y levanto la vista para cruzar la calle y veo y leo y me sorprendo con un enorme cartel que dice “Verde, el color de la esperanza”. Guau, ¿qué quiere decir eso? Algo hay ahí, algo con el verde, pero con qué más, hay algo que tengo que descubrir, el verde es un color, en inglés se dice green, green, ¿la asociación green peace? ¿Tengo que unirme a la asociación green peace que lucha para salvar al mundo de los desastres naturales? ¿Eso es? Pero ¿no me escuchan cuando digo que soy muy insignificante para salvar al mundo? Yo no puedo irme a limpiar pingüinos empetrolados a no sé donde porque hubo un derrame, pobres pingüinitos, lo siento mucho, pero yo tengo otras cosas que hacer, tengo compromisos con los que cumplir. No puedo impedir la matanza de ballenas en no sé qué rincón del infinito mundo viajando en un gomón, cagada de frío, me parece pésimo que las maten pobrecitas las ballenas, pero uno es una persona con actividades, con agenda. El calentamiento global es una tragedia, pero que alguien se haga cargo che, yo no puedo con todo. Pero, pero, de verdad tengo que afiliarme a green peace para salvar al mundo? Están seguros? A ver dame un segundo que me prendo un cigarrillo. No, no, noooo, no lo puedo creer el encendedor es verde. Y bueno será que mi destino es salvar al mundo. Hay que aceptar el destino, total, luchar contra él es perder el tiempo. Dejo todo, renuncio a todo, abandono a todos, me voy, tengo una misión que cumplir. Porque para algo me pusieron en este mundo. Y pensar que algunos no descubren nunca el sentido de su vida, y divagan, y divagan, y mirá que sencillo que me resultó a mí. Paz verde, pingüinos, ballenas, calentamiento global, allá voy.
Ring, Ring. Hola, si, si, soy yo, quién habla, rápido porque me estoy yendo a no sé donde para salvarte a vos y a todos los seres vivos que te rodean. Ah, si, si, participé, ¡qué gané el concurso “Verde es tu vida”! ¿Cuánta plata me decís? ¡Diez mil pesos! Ah bueno, bueno, no, no estoy apurada, decime, decime, listo, estupendo, mañana paso a buscar el cheque, muchísimas gracias. Que increíble... ¿Tendré que donar la plata? Ja, no, no es claro que las señales eran para que gane el concurso, si esto del verde viene hace tiempo, que suerte que sé interpretar señales señales

2 comentarios:

Unknown dijo...

Somos clari y romi.muy buenas las fotos y los relatos que la acompañan.oajala sigas esribiendo asi podemos seguir leyendo

Tatiana dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.